Bienvenidos seguidores, amigos y compañeros a nuestra
lectura de la semana, donde estaremos compartiendo con ustedes un tema
importantísimo para toda sociedad en crecimiento: La Educación. La educación particularmente la concebimos como un
proceso de enseñanza – aprendizaje multilateral y social.
Tradicionalmente algunos
consideran que en este proceso unas personas aprenden y otras enseñan. Sin
embargo, desde una perspectiva más moderna y como lo mencionamos al principio,
esta es una experiencia multilateral, lo cual quiere decir que tanto la
enseñanza como el aprendizaje se da en todos los sentidos. Una maestra que
enseña a sus alumnos a leer, al mismo tiempo aprende como desarrollar su
empatía, sus capacidades sicológicas y sus habilidades para gerenciar sobre
cómo hacer llegar el mensaje a su público.
Así mismo, los niños a medida que aprenden el hábito de la lectura, dan
demostraciones de las diferencias individuales entre ellos, de cómo varios
individuos pueden interpretar de distintas formas un simple cuento infantil, o de
que tan atractivo e interesante puede ser o no el mismo.
En este sentido, la educación es el punto de partida para
empezar a desarrollar nuestros dotes de inteligencia y raciocinio humano, que
nos permitirán desarrollar todo nuestro potencial a lo largo de toda la vida. Podemos
clasificarla en tres tipos: La formal,
que es la que se imparte en colegios, escuelas, universidades, entre otras
academias que se guían bajo un currículo preestablecido; la no formal, que se refiere a la facilitada por los cursos,
talleres y algunos planes de formación, los cuales nos permiten enriquecer
nuestros conocimientos en algún área específica; y finalmente la informal, comprendida por toda esa
enseñanza que nos dejan las experiencias que vivimos desde que nacemos,
producto de la interacción social.
Cómo lo indica el título de la lectura, toda la educación
que vamos recibiendo debe ser para ser
mejores, en todo el sentido de la palabra. Nos hacemos mejores personas porque
disponemos de más conocimiento para interpretar desde diferentes ópticas la
realidad, porque podemos aplicar dichos conocimientos para cambiarla y
mejorarla; y porque podemos ayudar a otros para que también sean mejores
personas y juntos desarrollemos una sociedad superior. Es importante denotar
que no sólo aprendemos para saber más, sino porque en sí, de una u otra forma
(consciente o inconscientemente) deseamos aplicar dichos conocimientos para
mejorar algo que interviene en nuestras vidas.
En el aspecto gerencial, la educación juega un papel
determinante para desarrollar las cualidades que debe tener un buen líder. El
conocimiento formal te brindará las bases y herramientas para facilitar las
tareas administrativas, el aprendizaje no formal te ayudará a afinar las
técnicas; y finalmente las prácticas informales te permitirán ganar la experiencia necesaria para manejar
las diferentes situaciones que ocurrirán dentro de la organización. En
Venezuela, nuestras leyes prevén los valores fundamentales que rigen la
educación. Ellos son: El respeto a la vida, el amor y la fraternidad, la
convivencia armónica en el marco de la solidaridad, la corresponsabilidad, la
cooperación, la tolerancia y la valoración del bien común, la valoración social
y ética del trabajo y el respeto a la diversidad propia de los diferentes
grupos humanos (Art. 3 de la Ley Orgánica de Educación).
Vivencialmente, puedo asegurarles que someterse a estudios
formales les permitirá administrar mejor su negocio, empresa u organización; y
les facilitará un cúmulo prácticamente infinito de herramientas que después
podrán poner en práctica. Una licenciatura en administración de empresas,
administración, gerencia o relaciones industriales; o una ingeniería en
sistemas o industrial son sólo algunos buenos ejemplos. Particularmente soy
ingeniero de sistemas, y posteriormente hice una maestría en gerencia general,
y puedo asegurarles que tanto una como la otra me permitieron prepararme para,
primero entrar en pleno desarrollo técnico – profesional, y posteriormente
ampliar y mejorar mis aptitudes gerenciales y administrativas. La experiencia
universitaria es única, en ella no sólo aprenderás de tus profesores, sino de
tus compañeros. En general, es un proceso de aprendizaje para la vida, al
interactuar con otros, exponer y debatir opiniones y generar nuevas ideas. Es
un proceso rico y renovador.
Posteriormente, es conveniente que consideres perfeccionar
dicho conocimiento por medio de talleres, seminarios y cursos, que en conjunto
con tu experiencia de vida; te brindarán todas las oportunidades para hacer
gala de tus habilidades de gestión. Lo más importante es que lleves tus
conocimientos a la acción, pues de lo contrario no te servirán de mucho. Hoy en
día existen muchas formas de emprender estas mejoras: redes sociales de
profesionales, foros educativos, blogs de conocimiento como este que estás
leyendo, academias y cursos en línea, así como presenciales; los cuales te
permitirán desarrollarte y crecer como persona. Si no dispones de muchos
recursos, siempre podrás hacer uso de una biblioteca local, de grupos de
estudio o inclusive de amigos con quienes conversar. Todos son medios para el
proceso de enseñanza – aprendizaje que puedes aprovechar, por lo cual no debes
tener excusa alguna para finalmente empezarlo, continuarlo y/o sostenerlo.
Gerencia Esencial
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