Ubícanos también en las redes sociales:

Ubícanos también en nuestras redes sociales: Sigue LEGE en TwitterVisita LEGE en FacebookForma Parte de Nuestros Círculos en Google+ Visita el Perfil Profesional del Autor del Blog: Únete a Asdrúbal en Linkedin

BANNER_PUBLICITARIO

lunes, 7 de mayo de 2012

Lectura Nº10: Motivación y Gerencia

Feliz día amigos lectores. Luego de un descanso, volvemos con ustedes para seguir compartiendo información valiosa. En esta oportunidad, trataremos el tema de la motivación. Un tema complejo y que, desde el punto de vista de mi propio aprendizaje, ha sufrido varias transformaciones en su percepción.
De acuerdo a la literatura vigente, la motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta. Desde mi perspectiva, es esa situación que nos mueve a hacer o no hacer las cosas. Cuando estamos haciendo algo que nos gusta, usualmente estamos motivados. Por ejemplo, cuando acuerdas con tus amigos hacer una parrilla (barbacoa), inmediatamente se distribuyen las tareas sin mucha dificultad: alguien ofrece la carne, otro la casa, otros la ensalada y así sucesivamente. El grupo se activa porque se siente en una situación de agrado, en la cual desea y quiere alcanzar el objetivo, el cual es disfrutar la comida.
Así mismo sucede en las organizaciones. Un equipo motivado produce sinergia, y como tal, sus resultados son superiores. Noten que dije equipo motivado y no personas motivadas. Si bien es muy importante que los empleados estén motivados, no es suficiente para alcanzar la máxima productividad. Cuando un equipo está motivado, usualmente sus miembros se sienten motivados. Sin embargo, no es igual en sentido contrario. Un equipo de trabajo motivado funciona como un sistema en sinergia: Todas sus partes (colaboradores) trabajan coordinadamente para lograr su objetivo, y si algo le pasa a una de las partes, incide en las otras. Por ello, el equipo (sistema) trata de compensar esto, apoyando la parte afectada y ayudando a que se recupere. Por el contrario, un grupo de personas motivadas es como un grupo de trabajo ordinario, con la salvedad de que cada quien procura realizar un trabajo excelente, pero sin prestar atención a los resultados obtenidos por los demás. En este caso, es posible que se alcancen las metas individuales, pero no se logre el objetivo global.
Para todo gerente, es muy importante propiciar un ambiente que active la motivación en su personal. Sobre esto hay muchas teorías, en mi parecer encontradas. Dos profesores de maestría con los cuales tuve la oportunidad de compartir me mencionaron que nadie es capaz de motivar a nadie, porque la motivación es un estado interno de cada persona, y por ende, no todos se motivan con las mismas cosas. A algunas personas las motiva el dinero, a otras el reconocimiento público, entre otros. Si bien estoy de acuerdo con que existen diferentes estímulos para activar la motivación, no comparto totalmente la idea de que una persona no es capaz de motivar a otra. Volviendo al concepto de motivación, entendemos que es un estado que se activa con la conducta. ¡Entonces es contradictorio decir que los estímulos que activan dicho estado no motivan!.
En este mismo orden de ideas, otra colega me comento que “no se motiva, sino que se generan ambientes de motivación”. Eso me hizo pensar ¿Qué pasa con esos grandes personajes, reales o ficticios, que nos inspiran y nos impulsan a ser mejores? ¿Acaso jamás has dicho o escuchado tal cosa o persona “me inspiró”?. Yo sí lo he escuchado y lo he dicho. Más allá de provenir de un ambiente creado intencionalmente, ocurre un cambio, sicológico y bioquímico desde lo interno de la propia persona y/o desde la influencia externa de un tercero o una situación. Por este razonamiento, pienso que una persona si puede motivar a otra y evito caer en un juego de palabras que a la final nos llevará  a un mismo resultado (sino me cree, intente discutir con alguien que una persona no ama a otra, sino que la otra crea en el/ella un sentimiento de amor).

Sea cual sea el origen de la motivación en tu equipo de trabajo, es importante mantenerla viva. Practica el reconocimiento empático de los estímulos que activan a tu grupo. Algunos elementos claves que debes considerar son: El reconocimiento (privado y público) al buen trabajo, los incentivos económicos por productividad, la entrega de distintivos (credenciales, placas, otros), la libertad para que realicen charlas o la simple formalización del equipo con un rango distintivo (como una oficina de proyectos, un comité de calidad, u otro) que los identifique ante los demás por su compromiso y alto desempeño. Cada uno de estos factores constituyen impulsos lo suficientemente generales como para funcionar en la mayoría de las personas. Los demás los irás descubriendo de acuerdo a tus cualidades como líder y a las particularidades de tu organización.

Gerencia Esencial

No hay comentarios:

Publicar un comentario