Saludos amigos. Esta semana compartiré con
ustedes dos temas, antagónicos pero relacionados: La Perseverancia y La Negligencia. Específicamente para esta
ocasión, hablaré del caso de nuestro amigo de la casa, Yobert Ramos, a quien
dedicamos un artículo hace pocos meses: Lectura N°7 – La Disciplina.
Yobert es un atleta apasionado por su deporte,
hasta el punto de hacer numerosos sacrificios que cualquier persona de su edad
no estaría dispuesto a asumir. Fiestas, trasnochos, noches de tragos o de
discotecas no son posibles para una persona que debe entrenar a las 5:00am,
trabajar, y luego entrenar nuevamente por las tardes. Sin embargo, el tiene un
objetivo claro: Ser el mejor del mundo.
Para ello decidió primero ser el mejor de Venezuela, y lo logró. Yobert es hoy
en día el atleta con mejores marcas en varias pruebas de su deporte, Natación
con Aletas:
·
50
Metros Superficie: 00:18,32 s
·
50
Metros Apnea: 00:15,95 s
·
100
Metros Superficie: 00:41,35 s
·
200
Metros Superficie: 01:39,25 s
Fuente: http://www.fvas.com.ve

Con varios meses de anticipación, nuestro
atleta solicitó a los organismos competentes (Federación Venezolana de Actividades
Subacuáticas – FVAS, por intermedio de la asociación que lo representa) la
respectiva logística y organización para el viaje. Así mismo, también trabajó
por obtener patrocinio con empresas del estado, como Petróleos de Venezuela
(PDVSA) para cubrir los gastos de traslado y hospedaje, necesarios para poder
asistir a dicho evento. Sin embargo, debo decir que lo que se evidenció fue una
total discordancia entre el decir y el hacer. Esto se refiere a que, tanto la
FVAS como PDVSA manifestaron verbalmente su
mejor disposición para hacer todo lo posible para apoyar la asistencia de
nuestro atleta a la competencia, pero sus hechos demostraron todo lo contrario.
Por una parte, la Federación no realizó las tareas suficientes para obtener los
recursos del Ministerio del Deporte, y por la otra PDVSA evidenció su carácter
hiperburocrático.
Llama especialmente la atención del caso de
PDVSA, la cual (cómo es lógico) solicitó algunos documentos que pudieron ser
organizados y entregados, pero que posteriormente debían ser reenviados una y
otra vez por correo electrónico a varios representantes de la empresa en aras
de buscar el patrocinio. Sin embargo, cada vez que se le enviaba a alguien, se
desentendía del caso o simplemente no daba el apoyo y mal atendía las
solicitudes. Finalmente, los meses transcurrieron y los representantes de esta
empresa nunca pudieron concretar el apoyo debido a que su propia burocracia no
le permitía avanzar. El evento llegó y obviamente no pudo concretarse el viaje.
Como una nueva oportunidad para librar la
competencia, se presentó también un Campeonato Internacional de Actividades
Subacuáticas Cuba Octubre 2012; pero lamentablemente la historia se repitió, y
por su parte, el Ministerio de Educación no dispuso de los recursos financieros
para dicha competencia, debido a que tuvieron que emplearse en otros eventos.
Dichos eventos no fueron detallados ni revelados, pero la falta evidente de
planificación no necesitaba carta de presentación. Una vez más, nuestro atleta
se quedó sin participar.

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